Lo que parecía una noche tranquila sobre la Ruta 27 se transformó en una pesadilla para cientos de conductores. Pasadas las 11:00 p.m. del viernes, un numeroso grupo de motociclistas tomó por sorpresa el peaje de San Rafael de Alajuela, provocando un colapso vehicular que dejó a muchos varados por largos minutos.
Según reportes de automovilistas y videos que circularon rápidamente en redes sociales, la caravana de más de 500 motociclistas se apoderó de la vía, bloqueando por completo el paso y causando una congestión que se extendió por varios kilómetros. La Ruta 27, que conecta San José con la zona Pacífica del país, se convirtió en un embudo sin salida para quienes transitaban en ese momento.
Este tipo de concentraciones masivas sin previo aviso no solo afectan el flujo vehicular, sino que también generan serios riesgos a la seguridad vial. La imprudencia de obstruir un punto tan delicado como un peaje —donde convergen múltiples carriles y vehículos de todo tipo— puede desencadenar accidentes, emergencias médicas y situaciones de confrontación entre conductores.
A la fecha, las autoridades de Tránsito aún no han emitido un comunicado oficial detallando si hubo detenciones, multas o investigaciones en curso por esta acción. Sin embargo, se espera que el caso no quede impune, ya que el Código de Circulación establece sanciones claras para quienes interfieran de forma temeraria el libre tránsito en las rutas nacionales.
Este hecho vuelve a encender el debate sobre la regulación de caravanas motociclistas en el país, que en años anteriores también han protagonizado episodios similares en rutas como Circunvalación y la General Cañas. Además, evidencia la necesidad de una mayor vigilancia nocturna en tramos estratégicos como los peajes y accesos principales.
Los ciudadanos que estuvieron presentes expresaron su molestia e impotencia ante la situación. Algunos aseguraron haber perdido citas médicas, conexiones de transporte y tiempo valioso simplemente porque “un grupo decidió apropiarse de la vía”.
[og_img